¿Alguna vez te has metido en la cama y no has podido quedarte dormido en un tiempo razonable? ¿Te suele pasar esto? Existen personas en las que el insomnio se manifiesta de esta manera: con problemas en la conciliación o inicio del sueño. En este caso hablamos de insomnio de conciliación.
El insomnio de conciliación puede deberse a varias causas. Puede tener que ver con estrés, ansiedad, o pensamientos rumiativos que impiden “dejar la mente en blanco”. También existen trastornos del sueño que se manifiestan impidiendo el inicio del sueño, como por ejemplo el síndrome de piernas inquietas. Por otro lado, existen trastornos del ritmo circadiano que pueden retrasar la secreción de melatonina por parte de nuestro cerebro y por ello impedir la normal conciliación del sueño. No menos importante, algunos medicamentos o sustancias como cafeína, nicotina o alcohol pueden alterar nuestra capacidad de quedarnos dormidos.
Cuando aparece este problema de sueño, es habitual que la persona que lo padece se ponga nerviosa por estar en la cama intentando dormirse sin éxito, lo cual puede retrasar aún más el sueño. La falta de sueño adecuado puede tener efectos negativos en la salud y el bienestar general. Puede causar fatiga, somnolencia diurna, dificultad para concentrarse, irritabilidad, disminución del rendimiento cognitivo y emocional, y aumentar el riesgo de accidentes.
Si es habitual que presentemos problemas para iniciar el sueño, es recomendable tener una cita médica para indagar sobre la causa que lo produce y así poder buscar una solución
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