Madrugar generalmente se valora a nivel social como una muestra de responsabilidad y productividad. Algunos trabajos comienzan muy temprano, al igual que ciertos compromisos académicos. Existen personas que tienen facilidad para levantarse temprano, incluso lo hacen sin despertador, en relación generalmente con su cronotipo. Recordamos que cronotipo se define como la tendencia natural que tenemos cada uno a ser más bien diurno, nocturno o intermedio (la mayor parte de la población tiene un cronotipo intermedio).
En cambio existen personas a las que madrugar les cuesta un mundo. A veces este problema puede tener un gran impacto en la vida de quienes lo padecen, con dificultad para llegar a tiempo al trabajo o a clase, y a veces con importantes consecuencias directamente relacionadas con este problema para madrugar. Estas personas a menudo buscan trabajos de tarde o de noche para evitar el “madrugón” y tratar de estar mejor adaptados.
Pero, ¿A qué puede ser debida esta dificultad para madrugar? A continuación vamos a resumir algunas de las principales causas que encontramos detrás de este problema.
–Sueño insuficiente: es la causa más habitual. Si no logramos regular nuestros horarios y dormir el número de hora adecuado en nuestro caso particular, es probable que tengamos problema para despertar cuando suena el despertador. Debemos en este caso plantearnos, cuánto necesitaríamos dormir, o cuánto podemos dormir en vacaciones o fin de semana, y tratar de adecuar nuestros horarios para lograr el objetivo de sueño.
–Mala calidad de sueño: si pese a dormir un número suficiente de horas no se logra un sueño reparador, es posible que existan problemas para despertar por la mañana. Este problema de sueño siempre debe ser evaluado por un médico experto, y en ciertas ocasiones puede ser necesario realizar un estudio de sueño.
–Retraso de fase: es un problema de ritmo circadiano, se trata de personas cuyo cronotipo es más nocturno, es decir, son personas que se activan por la tarde-noche, que no logran conciliar el sueño a una hora convencional, sino que se irían a la cama bien entrada la madrugada. Si se les permite dormir, suelen dormir bien, pero se levantarían bastante más tarde de lo habitual en nuestra sociedad, por ejemplo al mediodía. Es un trastorno de sueño muy habitual, que comienza frecuentemente en torno a la adolescencia y primera edad adulta, y que a veces persiste de por vida. Las personas que lo padecen, pueden sufrir graves consecuencias, a veces se relaciona con fracaso escolar por no poder rendir adecuadamente en las primeras horas de la mañana o incluso por quedarse dormidos en clase. Es importante valorar cada caso individualmente para realizar un tratamiento dirigido que resulte eficaz.
Si te has visto reflejado en algunos de estos supuestos, y crees que para ti la dificultad para madrugar es un gran problema, no dudes en solicitar una cita con una doctora especialista, y buscar la mejor solución.
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