Metodología

En la medicina del sueño, existen diversas pruebas complementarias que pueden ayudar a confirmar un diagnóstico. A continuación, vamos a describir brevemente algunas de las más empleadas en la práctica clínica habitual de la medicina del sueño.

• Historia clínica: puede sonar lógico, pero una historia clínica completa, conociendo los detalles del problema del paciente, el historial de otras patologías, los antecedentes sobre uso de fármacos y hábitos de vida puede ser y a menudo es la mejor herramienta diagnóstica.
• Estudio de sueño: se trata de analizar diferentes parámetros que ocurren mientras estamos dormidos. Se puede realizar de dos maneras diferentes según las características y la sospecha médica: acudiendo a un centro para que monitoricen nuestro sueño o mediante otros dispositivos haciendo un registro de sueño en casa y leyendo la información posteriormente. El médico indicará cuál es el más indicado según cada caso.
• Diarios de sueño: consiste en la recogida y posterior análisis de información sobre horarios y hábitos de vida que debe hacer el paciente desde casa durante una serie de días. Posteriormente se revisa esa información por parte del médico
• Actigrafía: se trata de usar una pulsera de actividad profesional durante una serie de días, la cual recoge información sobre sueño, vigilia, actividad física, exposición a la luz etc. Datos que posteriormente son analizados con fines diagnósticos o terapéuticos.

Tras la primera consulta y la realización de exámenes complementarios si así fuese preciso, en otra visita médica se le expondrán los resultados de las pruebas. En base al diagnóstico se le plantearán las diferentes opciones para solucionar el problema. Es posible que el problema no tenga un solo origen, sino que sea multifactorial, en este caso puede ser precisa la discusión con uno o con varios especialistas para lograr el objetivo.

Existen diversas especialidades que tienen contacto con la medicina del sueño. Sin embargo, en el centro de todas debe estar el paciente. Es decir, los diferentes especialistas que pueden estar implicados en un determinado caso, deben estar perfectamente coordinados entre ellos y trabajar de una manera multidisciplinar. Para ello, desde CISNe apostamos por actuar como un equipo médico, favoreciendo la comunicación y la coordinación entre especialistas, sirviéndonos de reuniones de trabajo y sesiones clínicas (¿Qué son y para qué sirven las sesiones clínicas?), en las que podemos discutir qué opción o qué abordaje es el más idóneo en un cierto paciente.