La ventilación pulmonar es un proceso natural del organismo que nos permite respirar y obtener el oxígeno que el cuerpo necesita para funcionar. Esto implica inhalar (tomar aire) y exhalar (soltar aire). Cuando inhalamos, llenamos nuestros pulmones con aire fresco que contiene oxígeno, y cuando exhalamos, liberamos el aire viciado que contiene dióxido de carbono. Es la forma en que nuestro cuerpo obtiene el oxígeno que necesita y elimina los desechos del proceso de respiración. En pocas palabras, la ventilación pulmonar es lo que nos permite tomar aire para vivir y expulsar el aire usado
La ventilación pulmonar es un proceso indispensable para la vida, por varias razones fundamentales:
La ventilación pulmonar es un proceso complejo en el que se alternan la fase de inspiración (inhalación) y espiración (exhalación). Para ello es preciso la acción de los músculos respiratorios, principalmente el diafragma, músculo responsable de la inspiración. Cuando se contrae, se mueve hacia abajo y se va aplanando, aumentando el espacio en la cavidad torácica y permitiendo que los pulmones se llenen de aire.
Si los músculos involucrados en la respiración, como el diafragma, no funcionan correctamente, puede haber una ventilación inadecuada. Esto puede ocurrir debido a lesiones (traumatismos torácicos, lesiones de la médula espinal como la tetraplejia, lesiones diafragmáticas), debilidad muscular o trastornos neuromusculares.