La apnea del sueño es uno de los trastornos respiratorios más frecuentes y puede afectar seriamente la calidad de vida si no se trata adecuadamente. Se caracteriza por pausas en la respiración durante el sueño, que provocan despertares frecuentes, somnolencia diurna, cansancio y, a largo plazo, un mayor riesgo cardiovascular y metabólico. En la Clínica CISNe, creemos que la información es clave para abordar esta condición, por eso te contamos todo lo que necesitas saber sobre sus tratamientos.
En muchos casos, especialmente cuando la apnea es leve, los cambios en el estilo de vida son el primer paso del tratamiento. Mantener un peso saludable puede reducir significativamente la presión sobre las vías respiratorias. Evitar el alcohol, el tabaco y los sedantes ayuda a disminuir los episodios de apnea, ya que estas sustancias relajan la musculatura de la garganta y dificultan la respiración. Además, dormir de lado en lugar de boca arriba puede mejorar la ventilación y reducir los episodios de obstrucción.
Para los casos moderados y graves, la CPAP (Continuous Positive Airway Pressure) es el tratamiento de referencia. Este dispositivo mantiene las vías respiratorias abiertas durante la noche mediante un flujo continuo de aire a presión. Aunque algunas personas al principio pueden sentir incomodidad, la mayoría logra adaptarse y experimenta mejoras notables en la calidad del sueño, la energía durante el día y la presión arterial. La adherencia al CPAP es fundamental para obtener resultados óptimos (consejos para adaptarse a la CPAP).
Para personas con apnea leve o moderada que no toleran la CPAP, existen férulas mandibulares que reposicionan la mandíbula y la lengua, manteniendo las vías respiratorias abiertas. Estos dispositivos son cómodos y portátiles, ideales para quienes viajan con frecuencia o buscan una alternativa menos invasiva. Su eficacia depende de una correcta adaptación por parte de un especialista en sueño o un odontólogo especializado. Si quieres saber más acerca de cómo funciona un DAM mira aquí (saber más sobre DAM)
En casos seleccionados, cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, la cirugía puede ser una opción. Existen procedimientos que eliminan el exceso de tejido en la garganta, reposicionan la mandíbula o corrigen anomalías estructurales. La elección del tipo de cirugía debe individualizarse según la anatomía y la severidad de la apnea, siempre bajo evaluación de un especialista.
Además de las opciones principales, algunas estrategias complementarias pueden ayudar, como la rehabilitación respiratoria, técnicas de fortalecimiento de la musculatura de la garganta o el uso de oxígeno suplementario en casos específicos. Cada tratamiento debe adaptarse a las necesidades y características de cada paciente.
La apnea del sueño no tratada puede tener consecuencias graves, pero existen múltiples opciones terapéuticas eficaces. En la Clínica CISNe, evaluamos cada caso de forma individual para ofrecer un tratamiento personalizado que combine seguridad, eficacia y comodidad. Si sospechas que puedes padecer apnea del sueño, no esperes a que los síntomas se agraven: un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son la clave para recuperar tu sueño y tu salud.
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