Dormir es un proceso complejo e imprescindible para la salud, pero no todas las personas experimentan un descanso tranquilo. Muchas veces, los movimientos excesivos durante el sueño pueden alterar la calidad del descanso y afectar la salud física y mental. En la Clínica CISNe, nos encontramos con pacientes que presentan estos síntomas con frecuencia, y hoy queremos explicarte qué pueden significar y cómo se abordan.
Los movimientos excesivos durante el sueño incluyen cualquier actividad motora involuntaria que interrumpa el descanso. Pueden ir desde pequeñas sacudidas de piernas hasta movimientos más amplios de brazos o todo el cuerpo. Entre los más comunes se encuentran:
Mioclonías nocturnas o espasmos hipnagógicos: sacudidas breves que ocurren al inicio del sueño. Son normales en muchas personas, pero si son frecuentes, pueden afectar la conciliación del sueño.
Síndrome de piernas inquietas (SPI): sensación de incomodidad en las piernas que provoca la necesidad de moverlas constantemente, especialmente al acostarse.
Movimientos periódicos de extremidades: contracciones repetitivas, generalmente de piernas, durante la noche, que interrumpen el sueño sin que la persona sea consciente.
Bruxismo: rechinar o apretar los dientes durante el sueño, que puede causar dolor mandibular y afectar la calidad del sueño.
Los movimientos excesivos durante el sueño pueden tener múltiples causas. Algunos se relacionan con alteraciones neurológicas o desequilibrios químicos en el cerebro, como ocurre en el SPI. Otros pueden ser consecuencia de estrés, ansiedad, medicamentos o consumo de cafeína y alcohol. En ciertos casos, los movimientos pueden estar asociados a otras patologías del sueño, como la apnea obstructiva, o problemas médicos como deficiencia de hierro, neuropatías o trastornos musculares.
Aunque a veces parecen inofensivos, estos movimientos pueden afectar la calidad del sueño y provocar somnolencia diurna, irritabilidad, dificultad para concentrarse y dolor físico, entre otros síntomas. Además, pueden interferir con la pareja o familiares que comparten la misma habitación, generando un impacto en la vida social y familiar.
El abordaje depende del tipo y la gravedad de los movimientos. Los especialistas en sueño pueden realizar un diagnóstico preciso mediante entrevistas, cuestionarios y estudios de sueño. El tratamiento puede incluir modificaciones del estilo de vida, manejo del estrés, ajustes en la dieta, suplementación en caso de déficit de hierro, y, cuando es necesario, tratamientos farmacológicos o terapias específicas para controlar los movimientos y mejorar la calidad del sueño.
Los movimientos excesivos durante el sueño no deben ser ignorados, ya que pueden afectar tu descanso y bienestar general. En la Clínica CISNe, evaluamos cada caso de manera individualizada para ofrecer soluciones efectivas y personalizadas, ayudándote a recuperar un sueño reparador y saludable. Si notas que tus movimientos nocturnos interrumpen tu descanso, es importante consultar a un especialista para encontrar el tratamiento más adecuado.
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